Todos sufrimos en un momento u otro. A lo largo de la vida pueden darse situaciones adversas que nos afecten y nos generen dolor. Hay veces que nos sentimos sobrepasados. Otras, tenemos la sensación de que no nos podemos librar de ciertos pensamientos o nos mantenemos mucho tiempo instalados en la ira, la tristeza o la culpa. Todo esto puede hacer que nos cueste conciliar el sueño, que recurramos a hábitos poco saludables o nos desconectemos de los demás. 

En el mejor de los casos, si la situación o evento negativo desaparece se lleva consigo este malestar. Sin embargo, otras veces este proceso se alarga en el tiempo, no encontramos la forma de hacerlo desaparecer y no contamos con los recursos personales necesarios para sobrellevarlo. En los peores casos, puede que ni siquiera seamos capaces de detectar de dónde viene el malestar: nos desconcierta sentirnos mal cuando a nuestro alrededor todo parece ir bien. 

Sea cual sea tu punto de partida, puedo acompañarte en este proceso.